¿Por qué explorarlo?
Es que darle la vuelta completa al tercer lago más grande de Chile es todo un desafío al que debes atreverte a conocer un poco más lejos para internarte en la Cuenca Lago Ranco que te sorprenderá con sus bellezas de cordillera a mar; incluyendo tanto los ríos que lo alimentan como el desagüe natural por el Río Bueno hasta su desembocadura. Hacia la precordillera las sorpresas son variadas en medio de inmensos bosques que dominan la parte más occidental, al tiempo que hacia el oeste los campos cultivados son la regla. Tienen dos poblados de importancia, Futrono en la ribera norte y Lago Ranco en la sur. Ambas conectadas por una carretera con inmensos miradores. Y si de bellezas se trata; además podrás visitar varios de sus poblados huilliches, compartir con ellos y hasta alojarte con ellos para involucrarte en su diario vivir. Las principales en la Península de Illahuapi, con aguas profundas y prismáticas donde cuenta la leyenda que si tienes suerte podrás encontrar a la sirena de tus sueños. Otras en las cercanías del Lago Maihue, Rupumeica Alto, y vecino oriental de Ranco. Por otro lado Futrono se destaca por su gran oferta turística del río Caunahue, encajonado entre rocas y furioso. Destaca Llifén y su complejo termal pero ambos ríos son ideales para la pesca con mosca. La región tiene enormes saltos de agua destacando el de Nilahue con acceso a la playa frente a esta gran formación natural. Pero adentrarse desde Llifén hacia la zona cordillerana del Lago Maihue y las termas de Chihuio es ir por la misma ruta que habría escogido el Premio Nobel Pablo Neruda para su fuga rumbo al exilio a caballo, por paisajes que lo inspiraron a continuar escribiendo. Y para los más intrépidos hay excursiones a caballo sobre el Cordón del Caulle con geiser y aguas termales al natural.
Con 13 islas, la más conocida es la Isla Huapi también un sector de comunidades huilliches, y se puede llegar navegando desde Futrono. La gracia de la cuenca ranquina es que aún no es muy conocida. Tiene mucho por descubrir y conocer. Pero no es sólo naturaleza pródiga, su cultura mapuche-huilliche y colona ha provocado un mestizaje singular y sus herederos se enorgullecen y celebran en las fiestas como el Lepún, trilla a yegua suelta que se realiza en febrero, o en el museo Tringlo de Lago Ranco, con la más completa muestra de la historia local. El recorrido total del circuito alcanza a los 150 kilómetros. Una cultura tradicional muy viva, de grandes parajes y cascadas, más una singular oferta de atractivo agroturismo.
Junto a “Turismo Rural Los Ríos” las opciones de alojamiento son variadas; desde cabañas con tinajas calientes al aire libre, agro-campings a hospederías campestres junto además a una amplia gama de opciones gastronómicas, entre la destacada comida fusión mapuche además de ventas de productos en base a ingredientes locales, como el Maqui; un fruto de múltiples beneficios. Y si de actividades se trata, paseos en lancha y a remo, kayaks, cabalgatas a los intrincados cordones cordilleranos del Caulle, senderismo, exploraciones a cavernas ancestrales, pueden ser complementadas con diversas alternativas que ofrece el agroturismo, como la recolección de hierbas medicinales y de productos frescos de las huertas orgánicas e invernaderos, o pasarte horas por sus puestos de artesanía en lana y greda de esta cuenca. Simplemente imperdible.